No creas que solamente vos sentís esto, es más normal de lo que crees, todos en algún momento sentimos miedo de mostrarle a otros algo nuestro tan íntimo como lo es nuestra capacidad de hacer música. Quizá aunque no lo sepamos es una de las situaciones que mas cuidamos y que mas miedo nos generan.
Todos naturalmente somos músicos, aprendemos a cantar cuando somos bebes antes de decir nuestras primeras palabras o dar nuestros primeros pasos solamente olvidamos como hacerlo porque interferimos constantemente con ideas que no son nuestras, pensamos en cómo deberíamos sonar, en qué deberíamos cumplimentar, todas situaciones que no tienen que ver ni con nosotros ni con nuestro disfrute.
Cuando hacemos algo tan lindo como hacer música y no logramos el mayor disfrute posible hay muchas preguntas que podemos hacernos pero la más importante y su consecuente son ¿Para qué hago música? y ¿Para quién estoy haciendo esto? Son interrogantes con respuestas quizá ocultas a primera vista pero que con el correr de las clases se van develando y asi vamos recuperando nuestra natural amor por escuchar nuestra voz cantando y disfrutando de la música.
Si vos no cantas delante de otros porque sentís vergüenza y aún sabiendo canciones o conociendo como tocar un instrumento no lo haces porque el miedo te gana, este es tu espacio.
Si vos te dedicas a hacer música y te sucede lo mismo, no rendís en el escenario como en tu casa, no tengas vergüenza de venir a este espacio, nunca nos preparan para esto. Si no nos ayudan a superar este obstáculo tan grande es muy difícil hacerlo solo y quienes no nos ayudaron en nuestra formación quizá ni si quiera hayan podido hacerlo ellos mismos.